…un sencillo giro del destino

Hoy prometía ser un día bastante jodido: comenzaba un contrato de trabajo de seis meses (bueno, en realidad empezaba el lunes :) pero me he marcao un escaqueo de tres días de baja por anginas…), me tocaba ir hasta la otra punta de BCN y un poco más lejos aún, y presentarme allí a las 6:00 AM. Un día de entre semana yo suelo acostarme aproximadamente a la hora en que hoy me he tenido que levantar así que, sabiendo lo mal que lo iba a pasar, ayer me acosté muy pronto, y traté de dormir un número decente de horas. El caso es que hoy iba por la Ronda de Dalt conduciendo, a las 5:30 de la mañana (tras haber logrado dormir bastante y bien), y escuchando el cd de este mes de la revista Rockdelux, que incluye las mejores canciones del año 2004 según la opinión de los lectores: canciones de Josele Santiago, Remate, Los Planetas, Siwel, Australian Blonde (sí, siguen haciendo discos; y por cierto el último con letras en castellano), Chucho, La Costa Brava, Astrud, Atom Rumba… (Ahí va un vínculo por si a alguien le interesa la lista de esa selección de canciones: http://www.rockdelux.com/rdel3.php) …El caso es que todo apuntaba a que sería un día de mierda pero, como sucede a veces, mi mente comenzó a volar pensando en una y otra cosa y, conduciendo con mucha calma por una carretera casi vacía que normalmente está a petar, viendo el paisaje bañado por esa extraña y cálida luz matinal, me empecé a sentir mejor. Y mientras sonaba la canción Nunca me entero de nada, de Los Planetas, tomé conciencia de que, por uno de esos impredecibles cambios de enfoque y/o de humor, de golpe me encontraba completamente feliz.
A simple twist of fate.