Necesidades y virus

Ahora que empieza a cundir la preocupación por los primeros virus que afectan a los sistemas operativos de los teléfonos móviles, y no queriendo incidir demasiado en esa alarma (tengo el firme convencimiento de que el miedo es una de las principales armas opresoras que utiliza el poder para controlarnos, y no me gusta contribuir a ello), me viene a la memoria como estos aparatos han ido abriendo un agujero cada vez más grande en nuestro bolsillo. Desde hace unos años, los móviles se han ido haciendo necesarios para cualquier persona del mundo occidental, y no sólo eso, poco a poco nuestras necesidades han ido creciendo y a su vez el gasto implícito en ello: de móviles grandes a otros más pequeños; de tarjeta a contrato; de móviles con pantalla en blanco y negro, a color y con cada vez más accesorios... La carrera no parece tener fin: cada vez queremos disponer de la información de forma más rápida, y que ésta se nos presente mejor, y más interconectada con los diferentes sistemas: pronto necesitaremos que nuestros móviles y ordenadores tengan acceso directamente entre ellos de forma inmediata, y luego querremos tener la información que hay en nuestro ordenador siempre disponible. Eso nos acercará a un mundo en el que los implantes (como presagia la cultura de lo ciberpunk) estén a la orden del día, y así la información viajará con nosotros en cada momento. Nosotros seremos (ya casi lo somos) nuestras cualidades más la tecnología de la que podamos beneficiarnos para suplirlas y mejorarlas. Y entonces llegarán los virus capaces de afectar al software interno que hayamos instalado en nosotros mismos. Y eso sí puede resultar jodido; no que mi móvil pueda pillar un virus mañana. Esperemos que no nos engañen demasiado rápido otra vez, o en dos días estamos todos comprando telefonía con antivirus incorporado. ¿Ridículo...?