The Sandman, de Neil Gaiman

Ayer mismo terminé de leer el décimo y último volumen de The Sandman, la magistral obra ilustrada guionizada por Neil Gaiman, con portadas de Dave McKean. Este cómic, una historia originalmente publicada en 75 números, desde 1989 hasta 1996, es (y lo diré pronto, alto y claro) lo mejor que he leído nunca, ya sea cómic, novela o ensayo. Como siempre, se me puede acusar de pecar de entusiasta y/o exagerado... Sí, vale: pero leedlo antes, y luego opinad.

Esta novela gráfica tiene un principio, un desarrollo y un final, no como la mayoría de cómics del mercado, que son una mera concatenación de números y números que van hacia ningún lado. Pero eso no es nada, no es sólo una serie regular de cómics con un argumento y de una calidad excelente: ocurre que The Sandman lo tiene todo (la profundidad, la radicalidad, lo onírico, lo poético, lo cotidiano, lo sentimental, lo terrorífico, lo trágico...), lo tiene todo para encantarme y conquistarme, a mí y a cualquiera.



El protagonista de The Sandman es Sueño de los Eternos, también llamado Morfeo, Oneiros, o el Moldeador. Es un ser más antiguo y poderoso que los dioses, personificación de los sueños y las historias, que pertenece a la estirpe de los Eternos, cuyos miembros son: el propio Sueño, Muerte, Destino, Deseo, Desespero, Delirio y Destrucción (todos comienzan con "d" en inglés).
En The Sandman encontraréis, como escribe Mikal Gilmore en la introducción del último volumen, “una obra que nos guiaría en un viaje de horror y esperanza, que rayaba lo místico en ocasiones, y descubría un mundo de ensueño, aunque tan familiar y profundo que resulta sorprendente como las profundidades del corazón humano.”

Un par de citas más (éstas de la propia obra) para abrir boca a los que aún duden si comprarse esta decena de valiosos volúmenes:

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-Una sobre los sueños y la realidad: “…Robert tenía un propósito. Buscaba algo que reconociera: un camino, una calle o un callejón; caminaba por la ciudad de los sueños acechando algo que conociera: buscando la realidad.”
-Y otra sobre la muerte: “No lo sé... la muerte es curiosa. Antes pensaba que era algo súbito, un gran búho que surgía de la noche y se te llevaba. Pero ya no. Creo que es algo lento. Un ladrón que entra en tu casa cada día y se lleva pequeñas cosas. Hasta que un día te das cuenta de que no queda nada que te retenga, que te haga permanecer. Luego te echas y callas para siempre. Mueres cada día hasta que mueres de verdad."

En 1991, el número 19 de The Sandman, titulado El sueño de una noche de verano, y que es una recreación de la obra del mismo título de William Shakespeare, ganó el World Fantasy Award a la mejor historia corta. Se convirtió así en el primer cómic que obtuvo este premio literario (y el último, puesto que inmediatamente después de esto se prohibió la participación de cómics en este certamen internacional).
The Sandman es considerado hoy en día una de las obras clave del mundo del cómic, junto a El retorno del señor de la noche, de Frank Miller, o Watchmen, de Alan Moore. Tras su lectura, ahora me siento compungido, en serio, con ese vacío dentro de mí que se siente cuando lo bueno se acaba, y te dices: "¿y ahora qué?"; sólo que en este caso además es como si hubiera perdido también a un buen amigo al finalizar la última página. Morfeo es, como yo, un ser extraño y solitario, un verdadero lobo estepario que piensa en demasía y que se equivoca demasiado a menudo también.
Envidio a quienes todavía no hayáis leído la obra maestra de Neil Gaiman... para mí sólo hay ya una solución posible: volver a la primera página otra vez.