V de Vendetta: una rara avis

V de Vendetta. V for Vendetta. EEUU. 2005. Director: James McTeigue.
132 minutos. Con: Natalie Portman, Hugo Weaving y Stephen Rea.



El planteamiento del recién estrenado film V de Vendetta es todo un desafío a los poderes establecidos, y una llamada subversiva a enfrentarse al poder de los gobiernos autoritarios, recurriendo, si es necesario, al uso de la violencia. El propio autor del cómic en el que se basó la película, el magistral Alan Moore, se negó a aparecer en los títulos de crédito alegando que la película le parecía una apología del terrorismo. Hasta cierto punto es extraño que un terrorista como V no sólo no sea condenado sino que sea elevado a todas luces a la talla de héroe por los responsables de una película estadounidense, ya la postre, una superproducción. Y en los tiempos que corren...




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V de Vendetta es el debut tras las cámaras de James McTeigue, quien ya fuera asistente de dirección de otros films como los de la saga Matrix, de los hermanos Wachowski. Aquí, el debutante trabaja al servicio de un guión adaptado de los propios hermanos, y bajo la producción de éstos. La película resulta un entretenimiento de gran calidad, que (tanto por su estética como por su tono general) no se aparta demasiado de la trilogía protagonizada por Neo que encumbró a sus responsables, pero ocurre que, aún con una fotografía impecable y un guión que roza la perfección, la película gusta, pero carece de la personalidad y el vigor propios del cómic original de Alan Moore, y tampoco aporta nada nuevo ni revolucionario en el plano visual, más allá de su argumento. McTeigue crea unos magníficos personajes protagonistas (con la ayuda de una gran interpretación de la prometedora Natalie Portman, y también de la voz imponente de Hugo Weaving), pero es como si la obra final no poseyese la voz de su creador, ni toda la convicción necesaria. El director de este film parece un don nadie (al servicio de los hermanos Wachowsky) que se limitase a explicarnos los hechos que ocurren sin implicarse del todo, o bien ha optado, como su protagonista, por ponerse una máscara y tratar de narrar desde la objetividad del anonimato, sin querer demasiados méritos para sí. En cualquier caso el resultado final es una película notable y más que digna, muy de agradecer; y una verdadera rara avis en el actual panorama cinematográfico.

Valoración personal [1-10]: 7.


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