ACERCA DEL CINE DE TERROR ACTUAL

1- EL CINE DE TERROR ESPAÑOL:
Si el cine español en general pasa por una crisis (constante) que sólo salva el renombre de algunos directores puntuales, el caso del cine de terror es pésimo. No existe o, si existe, no sólo es escasísimo sino de bastante mala calidad. No puedo olvidar, no sé porqué, ese clásico imperecedero de nuestro cine que es Justino, un asesino de la tercera edad (España, 1994), dirigida por La Cuadrilla, y ganadora en su día del Festival de Cine de Sitges de ese año.

H6 DIARIO DE UN ASESINO
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H6 Diario de un asesino. España. 2005. Director: Martín Garrido Barón. 92 minutos. Con: Fernando Acaso, M.José Bausá.

Esta película austera y nada-nada complaciente es una rara avis dentro del cine nacional, marcado en general por la comercialidad y el recurso fácil. Desde luego sólo es disfrutable por amantes del género, puesto que no se centra en el susto, sino más bien en la profundización en las mentes de las víctimas y del asesino (un Fernando Acaso que hace una interpretación bastante brillante y sui generis que sorprenderá a más de uno). El título recuerda a la escalofriante Henry, retrato de un asesino; bueno, pues la peli un poco, también.

2- EL CINE DE TERROR ORIENTAL:
Películas como The Ring (Japón, 1998), de Hideo Nakata; La maldición (Japón, 2003), de Takashi Shimizu; Llamada perdida (Japón, 2003), de Takashi Miike; The Eye (Hong Kong, 2002), de los Pang Brothers; o mi preferida absoluta entre todas ellas: Dos hermanas (Japón, 2003), de Kim Ji-Woon; han ayudado a poner de moda el cine de terror oriental. Se produce mucho, y la calidad media está cada vez más baja.

SHUTTER
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Shutter. Tailandia. 2004. Director: Parkpoom Wongpoom y Banjong Pisanthanaku. 95 minutos.
Con: Amanda Everingham y Nathaweeranuch Thongmee.

Un ejemplo de que ese cine que viene de oriente que se fundamenta en los sustos, en las chicas con el pelo hacia delante y los ojos en blanco, y demás clichés, no ha de ser necesariamente malo. Aquí vemos un buen ejemplo de cinta muy bien rodada, con un ritmo muy ajustado y unos personajes creíbles y muy bien trazados. Original dentro de un subgénero que en general ya no lo suele ser.

3- EL CINE DE TERROR DE EEUU:
La época dorada del cine de terror estadounidense fueron, sin duda, los años ochenta. La originalidad estaba a la altura (o hasta por encima) de los presupuestos, y si no te daba miedo, pues te reías muchísimo con la de barbaridades que podían verse. Era un hervidero: Troma, Wes Craven, John Carpenter, Cronenberg, etc... Hoy no es lo mismo (ni de lejos) y, a falta de ideas, no paran de hacer remakes: de las películas de terror oriental, de sus clásicos, de las grandes obras de los ochenta... Eso sí: presupuestos por las nubes y, casi siempre, ganancias.

LAS COLINAS TIENEN OJOS
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Las colinas tienen ojos. EEUU. 2006. Director: Alexandre Aja. 107 minutos.
Con: Emilie de Ravin, Aaron Stanford y Kathleen Quinlan.

Dentro de esta bárbara vorágine de remakes sin sentido, lo cierto es que Las colinas tienen ojos es de las que se salvan. Si bien está rodada sin grandes muestras de personalidad por parte de su director, no se queda corta en litros de sangre, y el espectáculo pseudo-gore de violencia está muy bien servido. ¿No aporta nada a la original? Quizás... O quizás una puesta al día no siempre necesaria pero que en este caso no molesta. Respeto al original, y entretenimiento garantizado para amantes de los excesos.