El laberinto artificial

(Autorretrato de la primavera de 2006, "En el laberinto artificial".)

Odio el laberinto artificial. En él existen presencias hostiles forzándome a hacer algo, obligándome a ser algo que no quiero.
No es un lugar de libertades, sino de opciones reducidas, de intereses, de compras y ventas, de marketing y engaño, de movimientos bursátiles y préstamos e hipotecas y rebajas y descuentos.
Es un lugar donde se distorsionan la realidad, la verdad natural.
A simple vista puede parecer el paisaje ideal, pero la imagen retenida de la atenta mirada muestra el infierno disfrazado de ciudad. Desaparecen las ilusiones y puedo ver claramente a los monstruos que pueblan el entorno. Y yo estoy dentro, indefenso testigo armado con mi cámara de pruebas que no creerán.

Texto e imagen de J.Álvarez, de El Bastión de los Sueños.