(El título de este post hace referencia a un film argentino homónimo, de 2002, dirigido por Carlos Sorin, que relata en clave de humor diferentes sucesos intrascendentes. En este artículo se habla sobre obras fílmicas o escritas que más bien parecen trozos de vida arrancados de la realidad y expuestos para nosotros, como historias mínimas con las que aprender un poco más sobre nosotros mismos.)Siento especial devoción por el arte que habla de sentimientos, de amor, de historias cotidianas en las que lo primordial son las relaciones entre personas, los personajes y sus vidas, y no sobre sucesos especialmente trascendentes o dramáticos. Últimamente, unas cuantas obras de actualidad cumplen todos esos requisitos. Pondré como ejemplos particularmente destacados de ello las últimas novelas de Paul Auster y Haruki Murakami, y los nuevos films de Jean-Marc Vallée y Noah Baumbach, aún en nuestra cartelera.
[+...]La novela del japonés Murakami, Tokio Blues (originalmente titulada Norwegian Wood, como la canción de los Beatles), es la historia de crecimiento personal de Toru Watanabe, un adolescente que en la década de los sesenta descubre el amor y el sexo. Con un lenguaje sencillo, nos adentramos en el particular universo del joven, lleno de lecturas y canciones procedentes de occidente, y en el que el sexo juega un papel predominante. Me encanta como Murakami penetra magistralmente en la psicología del protagonista, y como contrasta con aparente naturalidad los sentimientos más profundos con detalladas descripciones de relaciones sexuales. Sexo y amor sin tapujos, y con todas sus complejidades expuestas. Este libro toca muy hondo. Yo me sentí muy identificado con Watanabe, el chico protagonista que a veces deviene más espectador que actor en su propia vida.
Paralelamente a Murakami en Japón, Auster viene desarrollando en Estados Unidos desde hace años una carrera literaria a la altura de la del maestro nipón. Con temas muy parecidos y una gran semejanza a la hora de abordarlos, ambos escritores han obtenido fama y prestigio internacional. La última novela de Paul Auster, Brooklyn Follies, es un canto a la esperanza que narra las vidas cruzadas de una serie de personajes que se encuentran en Brooklyn tratando de rehacer sus existencias. Una vez más, Auster deja llevar su pluma y nos enamora a través de unos diálogos ejemplares que nos sumergen en el lado más positivo de la vida; aunque, como en la realidad, los sucesos del libro también están empañados por algunas desgracias. A los que lo leemos con asiduidad, ya no nos quedan dudas acerca de la calidad literaria de Auster, ni de su enorme humanismo.
C.R.A.Z.Y.,la primera película del canadiense Jean-Marc Vallée, es la historia de la familia Beaulieu, y de las muchas diferencias que separan a sus cinco hijos. El protagonista, Zachary, es un joven de gran sensibilidad que vivirá su adolescencia y juventud en los años 60 y 70 dejándose guiar por las diferentes etapas del rock: psicodelia, glam, punk, disco… La banda sonora, repleta de clásicos, acompaña la evolución de este personaje entrañable y complejo: canciones de David Bowie, Pink Floid, The Rolling Stones, etcétera…
Una Historia de Brooklyn es el título (muy semejante al de la novela de Auster antes mencionada) del film de Noah Baumbach, titulado originalmente The Squid and the Whale y que sitúa su acción a mediados de los años ochenta en un entorno que retrotrae a algunos de los mejores títulos del sin par Woody Allen. El matrimonio formado por Bernard (Jeff Daniels) y Joan (Laura Linney), ambos escritores, comienza a deteriorarse, lo que a su vez afecta a sus dos hijos, de 16 y 12 años de edad. El film es una muy interesante reflexión sobre las relaciones personales y amorosas de sus protagonistas, de su relación con la literatura y de los ambientes liberales en los que se mueven. Especial mención al declive del personaje que encarna espléndidamente Jeff Daniels, y a un final chocante que es séptimo arte en estado puro.
Comentarios: 9
Historias mínimas es una gran película. Me encantó. Y mira, ahora que lo dices me apetece verla otra vez, sobre todo al relacionarla con Murakami y Auster. Ah! Y ¿Empiezas tú con Murakami?
Un saludo
En realidad mi intención era no escribir nada más sobre Murakami hasta que comenzaras a hablar de él en tu web, pero... ¡No he podido aguantar más...! :) Tengo ganas de empezar a opinar sobre ese libro que tengo tan reciente y me fascinó. Tokio Blues (Norgewian Wood) me llegó realmente al alma!
A mí Tokio Blues me pareció un grandísimo libro, pero también estaba esperando a que tu escribieras algo. También estoy impaciente, pero creo que este blog tuyo es mejor y lo visitan más personas. ¿Comenzamos el lunes?
Tokio Blues también me pareció un gran libro, y también estaba esperando a que publicaráis algo. Creo que le podemos sacar provecho ¿Comenzamos el lunes, tras el puente? ¿empiezas tu? CReo que tu blog es mejor y lo visitan más personas.
Muy bien, pues el lunes o el martes colgaré mi post sobre Tokio Blues. :) Y gracias por los piropos a mi blog! :D
a mi tambien me encantan por lo general ese tipo de historias que dices: el latido de lo cotidiano hecho arte. Esperaré mas recomendaciones por el estilo.
Que gran post sobre las pequeñas cosas que nos llegan muy dentro
No he visto Historia mínimas, ni he leído Tokyo Blues... aunque por este último me muero...y the squid and the whale, pero lo importante es que comparto el sentimiento con que has escrito este post
“Tokio Blues” fue la tercera novela de Haruko Murakami que leí.
Las otras novelas de las que he podido disfrutar son “La caza del carnero sal vaje”, “Al sur de la frontera, al oeste del sol” y “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo”.
Y si alguien está preguntándose si el contenido de las novelas es tan extraño como los títulos que las idenfican, pues la respuesta es sí.
En realidad, lo que mas me gusta de Murakami no es su capidad de inventarse historias y situaciones extravagantes (que lo hace muy bien, por cierto), sino las sensaciones que es capaz de transmitirnos a través de los personajes que crea.
Muchas veces los personajes no parecen encajar con la trama argunental que les envuleve y les atrapa, y eso les otorga una gran espontaneidad y una libertad para saltarse el guión en cuaquier momento y sorprendernos con sus acciones o pensamientos.
Supongo que es la ventaja de no crear personajes a la medida de las historias que se quieren contar.
Hola, querido Asterisko, se echaban de menos tus valiosos comentarios!
Espero que en breve me pases alguno de los libros q tengas de Murakami (el que me recomiendes me va bien).
Yo por mi parte he terminado hace poco JUGADA DE PRESIÓN, un libro que no conocía de Paul Auster, ya que es una novela negra que escribió con pseudónimo (como Paul Benjamin), pero q es muy interesante. Merece el título que se le ha dado de "obra de culto".
También quería aclarar lo que digo en este post, pq cuando digo "las últimas novelas de Paul Auster y Haruki Murakami" me refiero a las últimas publicadas en España; ya que Tokio BLues (Norwegian Wood) es en realidad de 1987, y Auster ya ha escrito otra novela, después de Brooklyn Follies, que aún no nos ha llegado...
Un saludo a todos los lectores del ancho mundo!
PD: Actualmente, entre los 4 ó 5 libros que me traigo siempre entre manos, avanza con especial rapidez uno titulado A BOCAJARRO, que es nada menos que la biografía del contundente Quentin Tarantino. De hecho, como aún es tempranito, voy a leer ahor aun pokito más... ;D
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