Finalistas del concurso “Mundos fantásticos”

Estos son los textos finalistas de la primera edición del Concurso Literario de Microrrelato y Poesía “Mundos fantásticos”, organizado por esta web:

MICRORRELATOS

- 7 días, de Thibor
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Aún recuerdo cuando creciste, eras mi amigo, o mejor dicho, mi amiga, peleabas tan bien como yo, escupías mas lejos, acababas tan sucia como yo. Pero de repente todo cambió, te transformaste en mujer de la noche a la mañana, me sorprendí a mi mismo mirándote el pecho sin saber bien cuando coño eso había aparecido, me sentí desorientado, curioso, confuso, atraído y por primera vez excitado, pero eras tú, mi amiga ya mujer, y yo solo un crío confuso que ya no sabía como tratarte con naturalidad, las peleas cesaron y empezaron los sueños, ya no te pegaba tirones en las trenzas, pero cada roce, caricia inocente o porción de piel fugazmente vislumbrada, era cuidadosamente almacenada en la memoria para ilustrar los sueños que empezaban a hacerme hombre.
Aún recuerdo cuando te escapaste de casa hace una semana, ya han pasado algunos años y tú eres mucho más mujer, pero yo un chico hombre al fin, no sabías adonde ir y me pediste ayuda para esta ridícula rabieta adolescente, siempre he estado allí cuando te hice falta, mentirle a mis padres fue fácil, mis padres te conocen tan bien como yo, casi te consideran mi hermana, pero yo te veía de otra forma hace años.
7 días, una semana dejándote mi cama y durmiendo en el suelo, una semana mirándote mientras duermes y olfateando tu aliento, una semana mareándome con tu olor. Cada mañana nos preparabas el desayuno entre risas.
El chasquido del tambor casi te despierta, ya está preparado el revolver, llegó el momento de que te quedes para siempre, mi chica mujer, te miro, te huelo, te sueño y te disparo, pero tranquila, seguiré durmiendo en el suelo.

- El despertar de Natascha, de Lema
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Ojos cerrados, ella se desviste dejando solamente sus calcetines cortos preferidos y las finas braguitas que a nadie enseñó. Aunque se acuesta en una colchoneta en el suelo, ella dormirá en una amplia cama de colchas azules que acarician con cariño los rayos del sol matinales que se cuelan desde la persiana. Ya duerme antes de acostarse, ya cuando se quita las gafas en silencio en la penumbra, ya cuando se rasca el hombro como sonámbula. Y los ojos cerrados.

El despertar de Natascha no la sitúa en cambio en ninguno de los dos lugares donde concilió el sueño, la colchoneta en aquel cuartucho, el cómodo camastro junto a la ventana, ni tampoco está al abrir los ojos en uno de sus lugares secretos que imagina en sus textos fantásticos cuando escribe, aquella gruta luminosa con su lago de aguas cálidas, aquella habitación bella y sencilla de su perdida niñez. Es la trinchera de la guerra donde Natascha despierta, el hogar del fuego y las llamas y el humo, la casa de los gritos, los heridos y los muertos. Allá despierta. Donde ya no hay libros, ni viejos textos que escribió, ni nuevas frases por escribir, allá está el despertar de Natascha.

- La playa remota, de Gabriel Bellver
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La mayor parte del tiempo la pasaba perdido por los rincones más apartados de la casa. Rehuyendo la presencia de los mayores. Solo. No tiene, pues, nada de extraño que acabara haciendo el dichoso descubrimiento.

No podría decir con exactitud en qué parte de la casa se hallaba situado, pero doy fe de su existencia. Se trataba de un terrario. Al principio, como estaba casi oscuro, parecía que no había nada. Luego, conforme la vista se acostumbraba a la penumbra, uno empezaba a distinguir formas. Formas tubulares, como gusanos gigantescos. Formas cóncavas, como enormes caparazones de tortuga. Y otras formas más difíciles de definir, todas ellas de aspecto fláccido. Estaban entremezcladas. Jamás se me habría ocurrido pensar que eran criaturas vivas.

Lo eran. De algún modo lo eran. Seres sin ojos ni patas ni antenas. Sin nada que recordase a un animal conocido, ya fueran insectos o peces abisales. Eran formas primordiales, anteriores a la diversidad de la vida. Más que movimientos las recorrían temblores. No emitían el más leve sonido. Se limitaban a estar allí, desde el principio de los tiempos. Formas indiferenciadas con un lejano parecido con algunos organismos elementales como gusanos, medusas o amebas. Eran, ¿cómo decirlo?, simples impulsos ciegos.

Provocaban una profunda desazón. Y una repugnancia infinita. Te retrotraían a un mundo caótico, donde unos engullían a otros por pura inercia. Porque unos estaban arriba y otros abajo. Porque el más grande deglute al más pequeño.

Creí haberme librado de estas formas primigenias cuando abandoné aquella casa. Me equivoqué. Ahora habitan en mis sueños, o más bien pesadillas, en donde aparecen desparramadas en una playa remota, a orillas de un mar negruzco, cuyas olas rompen inertes sobre el lomo (por llamarlo de alguna manera) de esos protoseres recorridos de tarde en tarde por un espasmo.

- Onorización, de Jack León
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Abrí los ojos; una décima de segundo después ellos se marcharon, así, en un chasquido. Atravesaron libres, sin prejuicios el país de las aguas violetas, donde las nubes son color magenta bajo un telón de cielo amarillo. Los troncos y ramas azules soportan follajes rosados. Un mundo en el cual el amor es más que cuatro letras, y las palabras mucho más que una sucesión de signos ordenados. Dulces multicolores como aquéllos giróscopos que anunciaban al barbero. Unicornios de jade galopando senderos de tierras plateadas. Mariposas rutilantes, transparentes; deslizándose en un aire ligero, manso y ambarino. El horizonte cercano aguanta un calidoscopio de constelaciones multiformes al alcance de la mano. Aves con picos duales y escamas triangulares señalan la puerta blanca disuelta sobre un fondo cándido.
Hados en triunvirato reunidos y diosas bailando descalzas buscando la verdad en el amanecer. Un universo de tacto suave, envuelto en pétalos de burbujas.
Al final, ellos, los sueños, se acurrucan bajo un inmenso baobab de oro y canela para volver mañana, rejuvenecidos.

- Vampiros, de Hard Candy
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Sorbiendo con deleite la yugular de la poetisa, el vampiro le drenó el corazón. Engulló litros y litros de generosidad, de buenos deseos, de ternura y de sensibilidad a flor de piel. En cuanto ella notó la debilidad de las garras que la habían sujetado, huyó triangulando racionalmente la ruta más corta a un hospital. El chupasangres la siguió unos metros con pasos tambaleantes, pero sus piernas flaquearon y cuando se desplomó ya había perdido el conocimiento.
Tardó casi tres mil años en reponerse del shock anafiláctico por ingesta de metáforas.

POEMAS

- Como una tenue bruma, de Gabriel Bellver
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Como una tenue bruma naciendo en mi cabeza
apenas envolviendo acariciando apenas
el compacto volumen la superficie densa
como una tenue bruma retirándose presta

- Donde termina el mar, de Rrelless
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Si me llevas contigo ...
Cada mañana te despertaré, acariciándote con la brisa del mar.
Extenderé a tus pies olas de espuma y de sal, y con la arena blanca de la playa, te haré princesa de castillos encantados.
En tu pelo colocaré, las mas bonitas conchas que la marea traiga durante la noche.

Si me llevas contigo ...
El cielo azul pintaré para ti, de besos dulces y esponjosos con formas de nubes. Y con el rocío del alba, te haré perfumes de nardos y de rosas.
Para que no se escapen, con lazos amarraré tus sueños e ilusiones, para así hacerlos siempre míos.

Si me llevas contigo ...
Con caracolas, te susurraré al oído canciones y palabras de enamorados.
En mi sirena de todos los mares te convertiré, llenando todas las noches tu almohada, de peces de colores, caballitos y estrellas de mar.
Embarcaré a tu corazón en mil aventuras, atrapando con mis redes, sonrisas para tus labios.

Si me llevas contigo...
Cada día te diré lo que te quiero, escondidos en calas secretas, a donde nadie puede llegar.
Tu universo sumergiré, en aguas azules y cristalinas. Y bajo las estrellas, te regalaré burbujas de amor en cajitas de corales.

Si me llevas contigo...
Tu nombre escribiré, en todas las palmeras de las islas de tu piel.
Seré tu carta marina, en tardes de tempestades y oleajes. Y juntos, de la mano, afrontaremos arrecifes y acantilados, descansando en serenos puertos.
A las gaviotas acudiré, para que te acompañen siempre con rumbo firme.

Si me llevas contigo...
Faro de luz seré, en noches oscuras y madrugadas de espesas nieblas.
Me convertiré en timón, que gobierne el barco de tus fantasías.
A los vientos conquistaré, para que la luna pueda mecerte tranquila, mientras tu duermes.

Si me llevas contigo...
Siempre podrás ver donde termina el mar...a mi lado.

- El dolor, de Johnny Sangre
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EL DOLOR
MANANDO DE MI PECHO COMO ARDIENTE LAVA
BROTA DE UNA HERIDA TAN PROFUNDA
COMO EL INFIERNO QUE SE ESCONDE
EN EL HUECO DE LA TOSTADORA
QUE DESCANSA EN EL SUELO
FRENTE A MI CABEZA
TENDIDA EN EL SUELO DE ESTA CASA DE NADIE.

TRATÉ DE AGARRAR LA TOSTADORA AL CAER
Y AHORA LA HUELLA DE SANGRE DE MI MANO
SE DIBUJA EN LA TOSTADORA TIRADA
QUE AL CAER ME ABOFETEÓ LA MEJILLA CON SU ENCHUFE
LUEGO CAIMOS A ESTE SUELO
DONDE AHORA DESCANSA MI CABEZA
TENDIDA EN EL SUELO DE ESTA CASA DE NADIE.
TENDIDA EN EL SUELO DE ESTA CASA DE NADIE.

MI MANO EN EL PECHO ESTÁ CALIENTE
COMO LOS CAUCES DE MI FLUJO SANGUÍNEO
MI CUERPO AHORA ESTA ROTO
Y SUS PEDAZOS DESCANSAN EN ESTE SUELO FRÍO
DE ESTA CASA DE NADIE.
Y DE MÍ SÓLO QUEDA ESTE TRAJE DE POLICÍA
ESTÚPIDO
DEPUESTA EL ALMA
VISTIENDO MI DOLOR FINAL EN ESTA CASA DE NADIE.
EN ESTA CASA DE NADIE.

- Frases que caen en la noche, de Mishima Gata
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Frases que caen en la noche
como gotas de agua,
esperando ser escuchadas.

Frases en lo más profundo de nuestras almas,
dudas de un futuro incierto.

Latente en la noche,
una duda,
que no es como las otras,
una duda que siempre está;
que nos acecha,
que nos sorprende
metiéndose en los huecos del alma.

Una duda que nos lleva a quemar nuestras horas
en busca de respuestas;
que nos invita a viajar,
a descubrir,
a mirarnos,
una duda
que nos tiende una invitación a vivir.

¿Qué es vivir?,
sino esto,
estas palabras
que como gotas de agua
camufladas en forma de frases
caen en esta noche.

- Visión (dedicado a Marcel Schwob), de Maïe
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La gitana descorrió el espeso velo del espejo,
surcó por un instante un relámpago el frío marco,
la luna cenicïenta -que todo ve desde lejos-
se enderezó en el trono, su rostro pálido aún más blanco...


¡Ay niña! Ambas sabemos qué imprudente será el verso
que algún día inmortalice tus haceres impensados
verdades pábulo de burla siempre hay para los necios...

¡Te asomaste, te asomaste a este lado del espejo!
Viste esos profundos ojos y esas delicadas manos,
y aquellos carnosos labios y ondulados cabellos
por extraño sortilegio, desvanecerse luchando...


¡Ay espejo! que develas los más terribles secretos
como este quizás del tïempo arrebatador de encantos...
Tal vez, y solo entonces, debiste guardar silencio.

El próximo domingo día 11 de febrero de 2007 se decidirán los ganadores en cada una de las dos categorías. Mientras, os invitamos a leer (y a opinar).

Nota acerca de la financiación de este certamen literario:
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El presupuesto para este modesto concurso literario se obtuvo de los ingresos obtenidos mediante el programa de Google AdSense. Dado que la organización de esta página, por motivos éticos y personales, decidió eliminar toda la publicidad de la web, ahora El Bastión de los Sueños carece de financiación alguna, por lo que la celebración de una segunda edición de estos premios es dudosa. La organización (es decir, El Heraldo del Bastión de los Sueños, misterioso webmaster de este lugar) no tiene fines lucrativos, pero tampoco dinero alguno para financiar, por el momento, una segunda edición del concurso literario “Mundos fantásticos”. Pero aún contamos con la esperanza...