El viaje de Idea (7 de 12)

Esta es la historia en doce partes de como tres amigos (Idea, Caramelo y Computadora) emprendieron un viaje extraordinario hacia El Bastión de los Sueños.

En la siguiente encrucijada, Computadora e Idea encontraron otros dos carteles: en uno leyeron “HACIA EL BASTIÓN DE LOS SUEÑOS”, y “EL REY DE ONIRILANDIA” en el otro. Sin dudarlo esta vez, prosiguieron por el segundo. Pronto se encontraron con un pequeño palacete en cuyo interior habitaba un hombre barbudo de baja estatura, que parecía muy anciano. Sobre su cabeza lucía una corona algo gastada. El hombre estaba rodeado de televisores y de otros aparatos electrónicos varios.

-Desde aquí gobierno Onirilandia –proclamó el rey con voz áspera, dirigiéndose a las dos niñas-. Vigilo que todo funcione y me aseguro de que se obedezcan mis instrucciones. Eso no es tarea fácil, ¿sabéis?, no en el reino de lo soñado, donde las leyes son extrañas y a veces hasta imprevisibles.
-Nosotras vamos hacia el Bastión de los Sueños –le dijo Idea rápidamente, pero con amabilidad-. ¿Nos dejará usted pasar, majestad?
-No a ambas. Sólo tú seguirás adelante. De ella –y señaló a Computadora- necesito varias piezas muy valiosas, como su memoria central o su procesador. Gracias a ellas toda mi maquinaria funcionará mejor, y me será más fácil gobernar el país.
-Pero… ¡no es justo! –replicó Idea.
-Es mi destino, no te preocupes –la tranquilizó Computadora-. Lo haré.

Y así, unos minutos después, la niña proseguía sola su trayecto, bastante apesadumbrada.


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