TOKIO BLUES, de Murakami
En 2005, casi dos décadas después de su aparición en Japón (en 1987), nos llegó a España Norwegian Wood, la legendaria novela escrita por Haruki Murakami, aquí traducida como Tokio Blues. Este verano he tenido ocasión de disfrutar de su lectura.
La historia arranca cuando Toru Watanabe, un ejecutivo de mediana edad, escucha de nuevo la melodía de Norwegian Wood (clickad aquí, si queréis leer la letra traducida de la canción), la canción de los Beatles que tantos recuerdos le trae de su juventud. Y así, junto a él, nos trasladamos mediante su fragmentada memoria a un Tokio de los años sesenta repleto de referencias occidentales.
Así explica el propio Murakami las abundantes alusiones a la cultura de occidente:
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Watanabe es un chico educado y modesto, al que le encantan la lectura y la música. A pesar de su juventud, en su vida hay muchas chicas, con las que se acuesta y tiene relaciones sexuales, pero su timidez le impide conocer demasiado a fondo a casi nadie. En su vida tendrán especial importancia dos chicas: Naoko (una joven triste y de pocas palabras) y Midori (que, en oposición a Naoko, es alocada y muy habladora). Pero Watanabe posee un vínculo muy débil con la vida, y es como si siempre se dejase llevar, siendo más un espectador de los acontecimientos que le ocurren que el protagonista. Gran parte de su existencia transcurre en soledad (entre sus libros y discos), y en cambio su ser ha ido desarrollando un vínculo con la muerte, a través de la desaparición de algunos seres queridos.
Esto puede leerse en la página 39:
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Más citas:
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La historia arranca cuando Toru Watanabe, un ejecutivo de mediana edad, escucha de nuevo la melodía de Norwegian Wood (clickad aquí, si queréis leer la letra traducida de la canción), la canción de los Beatles que tantos recuerdos le trae de su juventud. Y así, junto a él, nos trasladamos mediante su fragmentada memoria a un Tokio de los años sesenta repleto de referencias occidentales.
Así explica el propio Murakami las abundantes alusiones a la cultura de occidente:
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Watanabe es un chico educado y modesto, al que le encantan la lectura y la música. A pesar de su juventud, en su vida hay muchas chicas, con las que se acuesta y tiene relaciones sexuales, pero su timidez le impide conocer demasiado a fondo a casi nadie. En su vida tendrán especial importancia dos chicas: Naoko (una joven triste y de pocas palabras) y Midori (que, en oposición a Naoko, es alocada y muy habladora). Pero Watanabe posee un vínculo muy débil con la vida, y es como si siempre se dejase llevar, siendo más un espectador de los acontecimientos que le ocurren que el protagonista. Gran parte de su existencia transcurre en soledad (entre sus libros y discos), y en cambio su ser ha ido desarrollando un vínculo con la muerte, a través de la desaparición de algunos seres queridos.
Esto puede leerse en la página 39:
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Más citas:
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Comentarios: 14
La literatura japonesa es una mina!!!
Tendrías que leerle a tu Gato Ranma, el libro de Söseki Natsume "Yo, el Gato".
Os ibais a reir los dos juntos.
Pero si quieres algo así, como trájico e intimista,
"Hay quien prefiere las ortigas" de Junichiro Tanizaki
aish, Japón, que tendrá este pais....
Tokio Blues me pareción un gran libro. Un libro que se merece muchas lecturas. Además es un libro con el que te apetece (re)leer otros libros a los que se hace referencia o escuchar la música de la que habla.
Hay muchas cosas que me llamaron la atención. Para empezar, me parece que el autor habla con nostalgía, al mismo tiempo que con cierto desencanto de la sociedad de la época y de la pérdida de ciertos ideales. Pero dentro de ese desencanto, al principio me dió la impresión de que Murakami proponía una solución, unas normas de convivencia y de tolerancia que haría de nuestra sociedad un mundo mejor. Y esas son las normas del centro donde están Naoko y Reiko. Parece una pequeña utopía, un mundo perfecto, una pequeña isla cercada por un mundo hostil. Pero el final me dejó un poco confuso, me dió la impresión de que no era esa la solución, que era simplemente el idealismo de Watanabe lo que hacía atractiva la residencia: "Ya llevo ocho años aquí.. si sigo más tiempo en este lugar me pudriré" (Reiko). ¿Cuál sería la conclusión entonces? ¿La victoría del pragmatismo de Nagasawa sobre los ideales de Watanabe? ¿La idea de que tuvimos en nuestras manos la revolución, el cambio, y no lo supimos aprovechar? ¿Quién lo sabe?
Gracias por las recomendaciones, Cel.lia! :D Yo aprovecho para recomendar a tod@s los amantes de Japón entrar en la página de esta chica aventurera que se ha ido a vivir allí, y nos cuenta sus peripecias! ;) Allí nos vemos! (nos leemos)
Interesante reflexión, Natalia... Yo no creo que el libro dé como vencedor al pragmatismo de Nagasawa frente a el idealismo de Watanabe, puesto que no veo ese pesimismo, sino que la residencia (si bien sí es un lugar bucólico) se ha de ver como un sitio exclusivamente de paso, igual que la adolescencia, que igualmente es un tiempo idílico pero no podemos permanecer en ella más tiempo del debido (es imposible). El libro, creo, retrata la adolescencia de Watanabe y como éste va madurando, y termina con un final fantástico y muy abierto en el que, recién llegado al mundo de los adultos, se encuentra perdido y confuso. Es indudable que desde entonces la sociedad ha cambiado mucho, pero no creo que los ideales pragmáticos o menos románticos se hayan impuesto totalmente, y me gusta pensar que la lucha por el cambio aún sigue abierta en muchos frentes...
Yo también soy un idealista, como Watanabe... ¿? ;)
Estoy de acuerdo. No había pensado lo de la adolescencia y la residencia, y ahora que lo dices me parece tan evidente que no se como no lo ví. ¡¡Quizás ese sol de Cadiz en vacaciones!!. De esta forma creo que las dos tesis pueden ser posibles y enlazan con dos de los libros favoritos de Watanabe El gran Gatsby (y todo el desencanto que conlleva)y El guardian en el centeno, como reflejo de ese paso al mundo adulto. Quizás no haya mucha diferencia entre los paseos de Holden por Nueva York y los de Tokio de Watanabe.
La verdad es que seguir cronológicamente la bibliografía de un autor japonés es complicado, y el caso de Murakami no es una excepción.
Siempre que voy a comprar cualquier cosa que se encuentre cerca de una librería, me detengo en la M de Murakami para ver si consigo una nueva (relativamente) novela de este fascinante escritor.
Gran parte de la atracción que siento por sus libros, se debe a la personalidad y peculiaridades de los personajes femeninos que aparecen como por arte de magia y pueden volver a desaparecer incluso con mayor rapidez y extravagancia sin estar encadenados por ninguna exigencia del guión.
Con cada nueva inmersión en sus mares llenos de palabras y sentimientos, me maravillo con el coral de personajes femeninos que envuelven al desamparado protagonista, a veces para atraparlo y otras veces para liberarlo de sí mismo.
Off-topic: Cuando quieras quedar para una cena japonesa e intercambio de libros, ya sabes, yo pongo la cocinera y el pinche.
Me gusta ese comentario de asterisko sobre los personajes femeninos. Yo, personalmente, quedé impresionado con Reiko. Es un personaje perfectamente creado. Me parece muy bueno ese papel de mediadora y de centro de comunicación entre Naoko y Watanabe. Este personaje, entre otras muchas cosas, es una prueba de la maestría de Murakami. La forma en que nos cuenta la historia de Reiko antes de ingresar en el centro, y su "problema" con la estudiante de piano, es perfecta. Ahh!! Como me gustaría saber japones para leerlo en el original.
Coincido plenamente en esa fascinación por los personajes femeninos, y por como entran y salen de la novela (como en la vida misma, jeeejeeje...). A mí también me encanta Reiko. No había hablado de ella apenas pq, como muchas otras cosas del libro, creo q es un placer q se ha de reservar para quienes decidan leerlo.
Ah, Asterisco! ...Y respondiendo a tu invitación: cuando quieras! Ya sabes que yo estoy totalmente japonizado últimamente! :D
Otro aspecto que me ha llamado la atención en el libro es la gran libertad con la que se mueven los adolescentes. Gozan de una libertad extraordinaria, no tienen que dar explicaciones a nadie: padres, familia. El papel de los padres no es el de la autoridad que todo lo prohibe. Muy opuesto a lo que yo conozco de los años 69-70 aquí
Si supieras la de veces que me he prometido a mi mismo leer este libro... así que espero regresar en breve para comentarlo
A pesar del comentario que voy a hacer, quiero ante todo dejar claro que el libro me ha gustado. Pero las aventuras y manías del compañero de habitación de Watanabe me parecían un poco ridículas. Tampoco entiendo que pudieran causar tanta gracia en los amigos de Watanabe, hasta el punto de que estaba contando sus historias constantemente. ¿Quizás un error de traducción? ¿Alguien ha sentido lo mismo?
Yo leí el libro el año pasado, y fue como un fueguecito al que acercarme en los días de más frío y más lluviosos. Me gustaron muy especialmente los diálogos en los que aparecía Reiko; y aunque no recuerdo del todo bien los detalles, lo cierto es que el humor no me parece que sea el punto fuerte de Murakami. Pero pone otros sentimientos a flor de piel...
Pues a mí sí me hicieron gracias las anécdotas que cuenta Watanabe! A lo mejor es q soy de humor fácil... :D ...pero es q m lo imaginaba contándolas de una forma graciosa, y creo que podían llegar a tener bastante gracia, especialmente por lo mal que Watanabe lo había pasado con una convivencia así... ;) ¿Estará ese personaje basado en hechos reales, en alguien que conoció Murakami, o será una mera ficción...?
Lo que me encantó de Tokio Blues fue que te hiciera sentir tan dentro de la historia: me sentí como una amiga más de Watanabe, y fue una sensación muy reconfortante.
A mi tambien me gusto mucho tokio blues...de hecho escribí una pequeña reseña en mi blog
http://jedesmal.blogspot.com/2006/09/tokio-blues-de-haruki-murakami.html
saludos a todos
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