11.9.06

TOKIO BLUES, de Murakami

En 2005, casi dos décadas después de su aparición en Japón (en 1987), nos llegó a España Norwegian Wood, la legendaria novela escrita por Haruki Murakami, aquí traducida como Tokio Blues. Este verano he tenido ocasión de disfrutar de su lectura.

Tokio Blues de Haruki Murakami Norwegian Wood libro portada

La historia arranca cuando Toru Watanabe, un ejecutivo de mediana edad, escucha de nuevo la melodía de Norwegian Wood (clickad aquí, si queréis leer la letra traducida de la canción), la canción de los Beatles que tantos recuerdos le trae de su juventud. Y así, junto a él, nos trasladamos mediante su fragmentada memoria a un Tokio de los años sesenta repleto de referencias occidentales.

Así explica el propio Murakami las abundantes alusiones a la cultura de occidente:
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("Lo que a mí me preocupa es que determinado paisaje real se funda con la idea que yo tengo de ese paisaje. Fitzgerald lo hizo con Nueva York, Dostoievski con San Petersburgo, Chandler con Los Ángeles. A mí me gustaría lograr el mismo efecto con Tokio. De ahí todas esas alusiones más occidentales en mis libros: son mi signo, son parte de mi educación y de mi forma de ver y sentir las cosas. Cuando comencé a escribir, lo que me interesaba era distanciarme de las formas tradicionales de la literatura japonesa. Yo quería hacer y ser algo diferente. En otras palabras: quería ser un toro salvaje suelto entre la porcelana. Creo haberlo conseguido.")


Watanabe es un chico educado y modesto, al que le encantan la lectura y la música. A pesar de su juventud, en su vida hay muchas chicas, con las que se acuesta y tiene relaciones sexuales, pero su timidez le impide conocer demasiado a fondo a casi nadie. En su vida tendrán especial importancia dos chicas: Naoko (una joven triste y de pocas palabras) y Midori (que, en oposición a Naoko, es alocada y muy habladora). Pero Watanabe posee un vínculo muy débil con la vida, y es como si siempre se dejase llevar, siendo más un espectador de los acontecimientos que le ocurren que el protagonista. Gran parte de su existencia transcurre en soledad (entre sus libros y discos), y en cambio su ser ha ido desarrollando un vínculo con la muerte, a través de la desaparición de algunos seres queridos.

Esto puede leerse en la página 39:
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"La muerte estaba presente en el pisapapeles, en las cuatro bolas rojas y blancas alineadas sobre la mesa de billar. Y nosotros vivimos respirándola, y va adentrándose en nuestros pulmones como un fino polvo.
Hasta entonces había concebido la muerte como una existencia independiente, separada por completo de la vida. Algún día la muerte nos tomará de la mano. Pero hasta el día en que nos atrape nos veremos libres de ella. Yo pensaba así. Me parecía un razonamiento lógico. La vida está en esta orilla; la muerte, en la otra. Nosotros estamos aquí, y no allí.
A partir de la noche en que murió Kizuki, fui incapaz de concebir la muerte (y la vida) de una manera tan simple. La muerte no se contrapone a la vida. La muerte había estado implícita en mi ser desde un principio. Y éste era un hecho que, por más que lo intenté, no pude olvidar. Aquella noche de mayo, cuando la muerte se llevó a Kizuki a sus diecisiete años, se llevó una parte de mí."


Más citas:
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-Página 288:
“El domingo por la mañana me senté a la mesa y escribí a Naoko, como de costumbre. Redacté una larga carta mientras tomaba una gran taza de café y escuchaba un viejo disco de Miles Davis. Al otro lado de la ventana caía una lluvia fina, el interior de la habitación estaba frío como un acuario."

-Página 344:
“Nos abrazamos en el fondo de la sala de juegos, bajo el paraguas. Nos estrechamos con fuerza el uno contra el otro; nuestros labios se buscaron. Su pelo y la solapa de su chaqueta tejana olían a lluvia. ¡Qué suave y cálido es el cuerpo de una mujer!, pensé. Percibía el tacto de sus senos a través de su chaqueta. Me daba la impresión de haber estado mucho tiempo sin haber tenido contacto físico con otro ser humano."

-Página 349:
“Tras despedirme de Midori, en el tren de vuelta a casa, desplegué la edición vespertina del periódico que había comprado en la estación, pero no me apetecía ojearlo. No comprendí las cuatro líneas que me esforcé en leer. Con la vista clavada en una misteriosa primera página, pensé en qué haría a partir de entonces y de qué modo cambiarían las cosas. Sentía cómo el mundo latía a mi alrededor. Exhalé un profundo suspiro y cerré los ojos."

Comentarios: 14

Blogger Celia:

La literatura japonesa es una mina!!!
Tendrías que leerle a tu Gato Ranma, el libro de Söseki Natsume "Yo, el Gato".
Os ibais a reir los dos juntos.
Pero si quieres algo así, como trájico e intimista,
"Hay quien prefiere las ortigas" de Junichiro Tanizaki

aish, Japón, que tendrá este pais....

9/11/2006 10:46:00 a. m.  
Blogger Natalia Book:

Tokio Blues me pareción un gran libro. Un libro que se merece muchas lecturas. Además es un libro con el que te apetece (re)leer otros libros a los que se hace referencia o escuchar la música de la que habla.
Hay muchas cosas que me llamaron la atención. Para empezar, me parece que el autor habla con nostalgía, al mismo tiempo que con cierto desencanto de la sociedad de la época y de la pérdida de ciertos ideales. Pero dentro de ese desencanto, al principio me dió la impresión de que Murakami proponía una solución, unas normas de convivencia y de tolerancia que haría de nuestra sociedad un mundo mejor. Y esas son las normas del centro donde están Naoko y Reiko. Parece una pequeña utopía, un mundo perfecto, una pequeña isla cercada por un mundo hostil. Pero el final me dejó un poco confuso, me dió la impresión de que no era esa la solución, que era simplemente el idealismo de Watanabe lo que hacía atractiva la residencia: "Ya llevo ocho años aquí.. si sigo más tiempo en este lugar me pudriré" (Reiko). ¿Cuál sería la conclusión entonces? ¿La victoría del pragmatismo de Nagasawa sobre los ideales de Watanabe? ¿La idea de que tuvimos en nuestras manos la revolución, el cambio, y no lo supimos aprovechar? ¿Quién lo sabe?

9/11/2006 03:47:00 p. m.  
Anonymous Anónimo:

Gracias por las recomendaciones, Cel.lia! :D Yo aprovecho para recomendar a tod@s los amantes de Japón entrar en la página de esta chica aventurera que se ha ido a vivir allí, y nos cuenta sus peripecias! ;) Allí nos vemos! (nos leemos)

Interesante reflexión, Natalia... Yo no creo que el libro dé como vencedor al pragmatismo de Nagasawa frente a el idealismo de Watanabe, puesto que no veo ese pesimismo, sino que la residencia (si bien sí es un lugar bucólico) se ha de ver como un sitio exclusivamente de paso, igual que la adolescencia, que igualmente es un tiempo idílico pero no podemos permanecer en ella más tiempo del debido (es imposible). El libro, creo, retrata la adolescencia de Watanabe y como éste va madurando, y termina con un final fantástico y muy abierto en el que, recién llegado al mundo de los adultos, se encuentra perdido y confuso. Es indudable que desde entonces la sociedad ha cambiado mucho, pero no creo que los ideales pragmáticos o menos románticos se hayan impuesto totalmente, y me gusta pensar que la lucha por el cambio aún sigue abierta en muchos frentes...
Yo también soy un idealista, como Watanabe... ¿? ;)

9/11/2006 07:07:00 p. m.  
Anonymous Anónimo:

Estoy de acuerdo. No había pensado lo de la adolescencia y la residencia, y ahora que lo dices me parece tan evidente que no se como no lo ví. ¡¡Quizás ese sol de Cadiz en vacaciones!!. De esta forma creo que las dos tesis pueden ser posibles y enlazan con dos de los libros favoritos de Watanabe El gran Gatsby (y todo el desencanto que conlleva)y El guardian en el centeno, como reflejo de ese paso al mundo adulto. Quizás no haya mucha diferencia entre los paseos de Holden por Nueva York y los de Tokio de Watanabe.

9/11/2006 10:30:00 p. m.  
Anonymous Anónimo:

La verdad es que seguir cronológicamente la bibliografía de un autor japonés es complicado, y el caso de Murakami no es una excepción.
Siempre que voy a comprar cualquier cosa que se encuentre cerca de una librería, me detengo en la M de Murakami para ver si consigo una nueva (relativamente) novela de este fascinante escritor.

Gran parte de la atracción que siento por sus libros, se debe a la personalidad y peculiaridades de los personajes femeninos que aparecen como por arte de magia y pueden volver a desaparecer incluso con mayor rapidez y extravagancia sin estar encadenados por ninguna exigencia del guión.
Con cada nueva inmersión en sus mares llenos de palabras y sentimientos, me maravillo con el coral de personajes femeninos que envuelven al desamparado protagonista, a veces para atraparlo y otras veces para liberarlo de sí mismo.

Off-topic: Cuando quieras quedar para una cena japonesa e intercambio de libros, ya sabes, yo pongo la cocinera y el pinche.

9/12/2006 10:15:00 a. m.  
Blogger Memphis Blues:

Me gusta ese comentario de asterisko sobre los personajes femeninos. Yo, personalmente, quedé impresionado con Reiko. Es un personaje perfectamente creado. Me parece muy bueno ese papel de mediadora y de centro de comunicación entre Naoko y Watanabe. Este personaje, entre otras muchas cosas, es una prueba de la maestría de Murakami. La forma en que nos cuenta la historia de Reiko antes de ingresar en el centro, y su "problema" con la estudiante de piano, es perfecta. Ahh!! Como me gustaría saber japones para leerlo en el original.

9/12/2006 12:16:00 p. m.  
Blogger J.Álvarez:

Coincido plenamente en esa fascinación por los personajes femeninos, y por como entran y salen de la novela (como en la vida misma, jeeejeeje...). A mí también me encanta Reiko. No había hablado de ella apenas pq, como muchas otras cosas del libro, creo q es un placer q se ha de reservar para quienes decidan leerlo.

Ah, Asterisco! ...Y respondiendo a tu invitación: cuando quieras! Ya sabes que yo estoy totalmente japonizado últimamente! :D

9/12/2006 02:57:00 p. m.  
Blogger Memphis Blues:

Otro aspecto que me ha llamado la atención en el libro es la gran libertad con la que se mueven los adolescentes. Gozan de una libertad extraordinaria, no tienen que dar explicaciones a nadie: padres, familia. El papel de los padres no es el de la autoridad que todo lo prohibe. Muy opuesto a lo que yo conozco de los años 69-70 aquí

9/12/2006 08:57:00 p. m.  
Anonymous Anónimo:

Si supieras la de veces que me he prometido a mi mismo leer este libro... así que espero regresar en breve para comentarlo

9/12/2006 09:49:00 p. m.  
Blogger Natalia Book:

A pesar del comentario que voy a hacer, quiero ante todo dejar claro que el libro me ha gustado. Pero las aventuras y manías del compañero de habitación de Watanabe me parecían un poco ridículas. Tampoco entiendo que pudieran causar tanta gracia en los amigos de Watanabe, hasta el punto de que estaba contando sus historias constantemente. ¿Quizás un error de traducción? ¿Alguien ha sentido lo mismo?

9/13/2006 11:17:00 p. m.  
Anonymous Anónimo:

Yo leí el libro el año pasado, y fue como un fueguecito al que acercarme en los días de más frío y más lluviosos. Me gustaron muy especialmente los diálogos en los que aparecía Reiko; y aunque no recuerdo del todo bien los detalles, lo cierto es que el humor no me parece que sea el punto fuerte de Murakami. Pero pone otros sentimientos a flor de piel...

9/14/2006 02:52:00 p. m.  
Blogger J.Álvarez:

Pues a mí sí me hicieron gracias las anécdotas que cuenta Watanabe! A lo mejor es q soy de humor fácil... :D ...pero es q m lo imaginaba contándolas de una forma graciosa, y creo que podían llegar a tener bastante gracia, especialmente por lo mal que Watanabe lo había pasado con una convivencia así... ;) ¿Estará ese personaje basado en hechos reales, en alguien que conoció Murakami, o será una mera ficción...?

9/14/2006 07:25:00 p. m.  
Anonymous Anónimo:

Lo que me encantó de Tokio Blues fue que te hiciera sentir tan dentro de la historia: me sentí como una amiga más de Watanabe, y fue una sensación muy reconfortante.

9/14/2006 08:04:00 p. m.  
Blogger Nadie Jedesmal:

A mi tambien me gusto mucho tokio blues...de hecho escribí una pequeña reseña en mi blog

http://jedesmal.blogspot.com/2006/09/tokio-blues-de-haruki-murakami.html

saludos a todos

10/17/2006 03:29:00 p. m.  

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